Reloj Hamilton 9864 Vintage Hombre Batería Y Correa Nuevas

Una excelente oportunidad de tener un Hamilton a un muy buen precio. Como puedes ver en las fotos, su estado es impecable para sus cerca de cuarenta años. En las décadas de los 70s y principios de los 80s, las marcas de lujo comenzaron a elaborar relojes de cuarzo para enfrentar la avalancha de calidad de los japoneses, principalmente Seiko y Citizen. De ahí aparecen relojes como este: el Hamilton 9864. Mira, el modelo que vendo fue obsequiado a un trabajador que cumplió 20 años de servicio en una empresa llamada PRC. Lo compré en una tienda de relojes de EEUU de notable reputación. Reloj con historia Hace casi medio siglo era común que las empresas en Estados Unidos entregaran relojes de lujo a sus empleados como reconocimiento por sus años de servicio. Esta práctica se enmarcaba dentro de las estrategias de agradecimiento que las compañías implementaban para fortalecer el sentido de pertenencia entre sus trabajadores. Estos relojes, muchas veces grabados con el logotipo de la empresa o una dedicatoria personalizada (tal como este), representaban más que un objeto funcional. Eran un símbolo de prestigio, éxito y aprecio por la dedicación del empleado. Marcas como Rolex, Omega, Bulova, Hamilton y Seiko eran opciones populares, dependiendo del tamaño y los recursos de la empresa. Regalar un reloj de lujo no sólo era un gesto significativo hacia el trabajador, sino que también servía como un recordatorio tangible del tiempo invertido y la relación con la compañía. Además, en una época en la que el concepto de "empleo de por vida" era más común, estos relojes conmemorativos se asociaban a hitos importantes, como los 10, 20 o 25 años de servicio. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta práctica ha ido disminuyendo, en parte debido a cambios en las culturas laborales, el auge de las carreras más dinámicas, la globalización y el impacto de los costos. Hoy en día, las empresas suelen optar por otros incentivos o premios, como bonificaciones, viajes o experiencias, aunque los relojes personalizados siguen siendo un gesto clásico en algunas organizaciones o para puestos de alto nivel.